El momento en que las personas tomamos la desición de salir una noche para divertirse, para pasar un rato agradable en conpañia de amigos o familiares, no se tiene en cuenta el terrible peligro que nos acecha. Pero aún así, convivimos con él, su refugio está a escasos metros de casa. es más, su hogar es un lugar muy frecuentado por la sociedad consumista de nuestra época.
Les hablo de bares, discotecas, pub donde aumentan sus ventas gracias a la desgracia de cientos de personas que se destrozan su vida en aquellos lugares, sus dueños, los publicistas nos venden como lugares amenos, sin ningun tipo de peligro.Pero piensen en esto, los dueños te atienden bien, te preguntan decentemente que desea señor o señora, te sirven, incluso con confianza te pueden invitar a una copa, mas sin embargo, después de toda la atención prestada quien se hace cargo de ti, los consideras amigos en tu estado de enbriagues, para que, si al cruzar la delagada línea de la puerta del bar a la calle, para ellos ya eres un cliente atendido no más, el que corre peligro apartir de ese mismo instante eres tú.
Estos agradables locales, estas bebidas enbriagantes de felicidad falsa y pasajera son las principales causas de accidentes de tráfico en España, pasandolo a un porsentaje sería ya un 40%, y a una cifra normal más de dos mil muertes al año. Esto sin tener en cuenta las bajas por enfermedades tales como la sirrosis, tumores, esto presenta un total de trece mil muertes al año en España, lo que significa que es un 6% de la tasa de mortalidad total.
Anuncios publicitarios, en cules vemos lujo, elegancia, glamur en estos pruductos de tan mal sabor, y tan alta peligrosidad, en mi parecer somos el ser vivo más masoquista y estupido que hay sobre la faz de la tierra.
Nosotros solos nos hacemos daño, consumimos porque nos dejamos engañar por los actores altos/as y guapos/as de los anuncios, los de las películas de Hollywood, todavía no comprendemos que son actores, que si se drogan, ya sea alcohol, coca, cristal, cannabis, etc, y lleguen al extasis de la felicidad, no es cierto, su trabajo es engañar a el telespectador.Nosotros creemos y seguimos su ejemplo, pero a la hora de la verdad terminamos mal, incluso dejamos esperando a gente querida para siempre el momento en el que salimos una noche de fiesta, pensadlo bien, si se bebe sin conducir y moderación.
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